Por: Raphy D Oleo
El gobierno acaba de disponer un nuevo horario de toque de queda comenzando a las 10 de la noche, pero no permite el consumo de bebidas alcohólicas en lugares públicos y privados de uso público desde las 6 de la tarde. Esto último, en cuanto al espectáculo, hace que todo siga igual que antes del decreto, pues los manejos comerciales del negocio musical tienen campos delimitados entre lo artístico y el consumo. Los artistas ganan dinero de lo que hacen encima de una tarima, mientras los propietarios de locales de diversión ganan de lo que se consume debajo de esta.
Hay una simbiosis natural entre la bebida y el show. Una y otra están íntimamente entrelazadas de tal suerte que la psiquis no las disocia y las coloca en el plano de la diversión absoluta.
De las 17 principales actividades económicas que aportan al Producto Interno Bruto (PIB) del país solo 4 registran números negativos (explotación de minas, construcción, transporte y hoteles-bares-restaurantes), pero de todos solo el entretenimiento está cerrado. La diversión es consustancial a la sanidad mental del ser humano y además es la polea que transporta los medios de subsistencia de un amplio sector informal colateral del espectáculo.
Hay que buscar un punto de equilibrio que nos permita sobrevivir a esta situación crítica. Llegó el momento en que todos nos sentemos con cabeza fría a plantear soluciones, no quimeras ni protagonismos innecesarios que no permiten que los actores del negocio de la música salgamos de este desastre.
Aquí está un planteamiento que ojalá pueda ser ampliado y/o corregido por todos los que participamos en el show bussiness, y que ampliará la oferta de trabajo, pues solo es aplicable cuando los lugares de recreo y diversión presenten actividades artísticas. En el decreto esto es fácil de resolver con un agregado: ̈Desde las 6:00 p.m. y hasta la hora de inicio del toque de queda, los establecimientos comerciales solamente podrán vender bebidas alcohólicas si es para llevar o a domicilio y en su envase original sellado, exceptuando los lugares de diversión que presenten artistas donde se incluyan dominicanos¨.
1.- Protocolo para eventos artísticos y/o culturales
60% ocupación
Lugares cerrados
Higiene y mascarilla
Máximo 6 personas por mesa
No bailable
Obligatorio presentación carnet vacunación con segunda dosis
Autorización salud pública para eventos
2.- Régimen de Consecuencias
Primera Violacion—————- Multa 01 salario minimo y cierre por 30 dias
Segunda violación—————- Multa 05 salarios minimos y cierre por 60 dias
Tercera violación——————Multa 10 salarios minimos y cierre definitivo
Las penalizaciones deben ser a los propietarios de locales, no a los asistentes a la actividad. Esto obligaría a que los servicios de seguridad de cada establecimiento sean rigurosos en la aplicación del protocolo y así las autoridades policiales no tendrían que intervenir, evitando los desagradables encontronazos. Un cuerpo de inspectores intervendría al azar asistidos por fiscales que darían fe publica de la(s) violación(es).
Como la vacunación no es obligatoria, el gobierno en el futuro cercano puede asumir la tercera dosis como requisito para eventos artísticos en beneficio de la salud sin violentar ningún precepto constitucional, pues la restricción es parte del protocolo de un negocio privado de característica pública. Esto daría base jurídica al artículo 153 de la Ley General de Salud Pública que estipula entre 1 y 10 salarios mínimos (entre RD$10,000.00 y RD$100,000.00) para quienes incumplan las medidas adoptadas para prevenir y controlar las enfermedades transmisibles.
Es una falacia decir que si no hay entretenimiento no hay Covid y es un abuso que la diversión pueda estar presa. Quienes deben estar presos son los violadores del protocolo. Las pérdidas de recursos y empleos en el sector artístico son inconmensurables y en el corto plazo las quiebras serán parte de la rutina
