Por qué el dinero es tan importante en las elecciones estadounidenses
Dos tercios de los estadounidenses dicen que nuestra democracia está en peligro mortal, pero los candidatos no tienen ningún plan para salvarla. ¿Por qué? El dinero es por qué.
El costo de las campañas federales se ha duplicado entre 2016 y 2020, lo que ha llevado a nuestra política por un precipicio. Dan McMillan, J.D., Ph.D., historiador académico y experto en financiamiento de campañas, líder de la campaña para la reforma de Democracy Dollars, conecta los puntos.
Los candidatos no pueden ofrecer soluciones a nuestros problemas: están atados por todos los favores que les deben a los donantes. Sin un mensaje positivo, ambas partes por defecto demonizan a la otra parte para mantener su propia base.
Ignorados por los políticos que solo escuchan a sus grandes donantes, escuchando a cada partido atacar ferozmente al otro, los estadounidenses sienten poca confianza en el sistema, lo que hace que las teorías de conspiración y las afirmaciones de fraude electoral parezcan plausibles.
«Los comentaristas subestiman el problema del dinero porque la mayor parte del daño es invisible: son las preguntas difíciles, las buenas ideas y los candidatos potenciales de los que nunca escuchamos porque no atraerían mucho dinero», dijo McMillan.
«La carrera por el efectivo creó un espacio invisible ‘no ir’ en nuestra imaginación, truncando y distorsionando la conversación sobre política y política desde la década de 1980.
Es por eso que la política estadounidense se siente cada vez más irrelevante para las necesidades de los estadounidenses con cada ciclo electoral.
Si es válido, este argumento nos brinda una nueva forma de comprender qué salió tan mal», dijo McMillan. Dan McMillan, J.D., Ph.D., dirige Save Democracy in America.
Promueve quizás la reforma más prometedora que puede pasar la Corte Suprema.
Actualmente está escribiendo un libro sobre el dinero en la política. Desafiando las expectativas convencionales, los medios de ambos lados del pasillo buscan los comentarios de McMillan.
