Por Monchy Roquez
Abogado, politólogo, docente y comunicador
El gran psicólogo Howard Gardner hace ya cierto tiempo desmitificó la idea de que había personas inteligentes y brutas, o sea, o se era inteligente o se era bruto. No se preveía que existían diferentes tipos te inteligencias como son: kinestésica, que tiene que ver con el movimiento del cuerpo, lingüística, lógico o matemática, espacial, musical, naturalista, interpersonal e intrapersonal y la inteligencia emocional de la cual habla en su libro Daniel Goleman.
Siendo así, deberíamos hace tiempo ya formar a nuestros docentes no solo para enseñar, sino, para entender la manera de aprender de los estudiantes y poder el facilitador a partir de ese conocimiento individualizar el aprendizaje de nuestros chicos.
El profesor de hoy ya no solamente debe tener el dominio repetitivo de su materia. Debe tener formación en inteligencia emocional, manejo de conflictos, dinámica de grupos y dominio de las tecnologías para poder entenderse bien con las nuevas generaciones que tienen una forma de interrelacionarse totalmente diferente a como lo hacíamos nosotros antes.
Pienso también que la currícula debe adaptarse más a la realidad social en que vivimos, ya que no debemos estar enseñando cosas que al final no vamos a poner en práctica en el mundo real. Muchos estudiantes todavía se siguen cuestionando por qué no le imparten clases sobre temas de la vida diaria, como son: educación sexual, software, manejo de finanzas, ley de tránsito, la constitución y que podamos entender sobre nuestros derechos fundamentales, explicado por abogados, nutrición, primeros auxilios, normas de convivencia social, entre otros temas.
Vemos con frecuencia videos de países de Asia como Japón, donde los niños practican las buenas acciones como ceder el asiento a una embarazada en el bus, a un envejeciente.
Necesitamos insistir la forma de aprendizaje de hoy, cuando nuestros jóvenes tienen tanta distracción, tantas cosas que ocupan el top de atención, tenemos que interpretarlos y no contrarrestarlos, que al final solo generamos resistencias en ellos.
Mark Prensky habla de la implementación de la tecnología en la enseñanza. ¿Qué tal si enseñamos la historia de América jugando? Qué tal si en las aulas enseñáramos a través de juego como conducir en la ciudad, las autopistas, cuando pasamos por los hospitales, escuelas, etc.
La educación de hoy debe ser enfocada a resultados, a crear individuos conscientes, responsables.
Creo firmemente que en las áreas turísticas, debe fortalecerse los programas de enseñanza de los idiomas y la hostelería para tener capacidad en recursos humanos para responder a la demanda del sector. Uno de los sectores que más recursos ingresan al fisco es el turismo, sin embargo, solo el 7.1% de la población dominicana habla inglés de acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR) 2018 y de otras lenguas ni decirlo.
Tenemos que elaborar programas de enseñanza que representen una solución a las necesidades sociales y enfocadas a construir ciudadanos conscientes de la convivencia en sociedad y de la productividad.
Ahora creemos que las personas de todos los niveles de capacidad, discapacidades físicas o de aprendizaje merecen ser incluidas en las aulas regulares.
Los viejos métodos conductistas de educación consideraban el aprendizaje como memorización de información y transmisión de información de profesor a alumno para llenar la mente con hechos.
Ahora se anima a los estudiantes a aprender haciendo. La idea central en el enfoque es que somos mucho mejores para conocer, recordar y utilizar el conocimiento si aprendemos de forma activa, en lugar del aprendizaje pasivo.
