Rusia ocupó en el 2014 violentamente la península ucrania de Crimea y se anexó ilegalmente el territorio y ocho años después, en febrero del 2022, invadió Ucrania en lo que Putin llamó “operación militar especial” que duraría apenas una semana.
Rusia se ha valido de ejércitos mercenarios, recuerden el grupo Wagner, de soldados norcoreanos y de drones iraníes, para destruir ciudades enteras y asesinar a miles de personas en Ucrania.
Ante la inferioridad militar, Ucrania apeló a la ayuda de naciones aliadas y ha logrado resistir la brutal embestida rusa a su territorio.
Ahora Rusia amenaza con usar su enorme poderío nuclear si Ucrania ataca zonas de su territorio, pretendiendo así negarle a su víctima el legítimo derecho a defender su nación.
Si Rusia destruyera Ucrania con su arsenal nuclear a sus aliados de la OTAN no le quedaría más opción que usar el suyo para detener a Rusia.
La Tercera Guerra que sobrevendría cambiaría la faz política y territorial del mundo y China sobreviviría como el centro hegemónico de lo que quede.