jueves, marzo 28, 2024
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La historia de una mulata llamada diabla cojuelo

Por Federico Núñez Mañan

Esta historia habla de la vida de una mulata que se hacia llamar la diabla cojuelo, nombre que heredo de su abuelo, un otrora proletariado enamorado de la cultura carnavalesca, que se hizo muy popular porque con periódicos, pinturas y almidón hacia una careta.

El viejo describía a su nieta como una artista que siempre estaba dispuesta a exhibir parte de su talento, bailaba con movimientos sexuales.

Decía que en su vida siempre existieron sueños no cristalizados que empañaron su inocencia, pero con el tiempo los dejo en el pasado. La mulata era dueña de una rabieta congénita que se alojaba en su cabeza, cosa  que la obligaba a decir a cada momento que no iba a sufrir de pobreza y que por mas que la gente se bañe, apesta, por eso sus frustraciones las guardaba en un maleta.

El octogenario insinuaba que su descendiente siempre tenia pendiente que nuestra sociedad era como una gallina mal oliente, que mientras mas cagas ni el bajo lo sientes. En algunas ocasiones se encontraba con ladrones que de una forma gratuita usurpaban sus relaciones.

Recuerda que le hablaba de una posible democracia donde el rico y el pobre vivirían en armonía, pero el tiempo se encargaba de desvelar la ironía.

Cada cita la identificaba por colores, los Lunes azules, porque le llenaban de emociones, los Martes rojos, porque que nunca sentía enojos, los Miércoles marrones, porque para amar sobraban razones, los Jueves eran morados, para los enamorados, los Viernes negros, naturalmente de especiales, los Sábados y Domingos eran de vacilón se los dedicaba al colmando.

El anciano acentuaba que ella tenia dos amores, el primero lo conoció en un carnaval y al tratarlo se dio cuenta que era todo un vendaval, en cambio el segundo lo encontró en una iglesia, quien le enseño que el que mucho oraba al cielo llegaba.

Me gustaría seguir con la historia, pero estoy falto de memoria, recuerdo que la diabla descubrió una vida de honor al encontrar a su mormón

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