Después de levantar la obligatoriedad de la mascarilla, sólo el 20% de los británicos la usa en el transporte público

Con una tasa de vacunación completa de casi el 64 por ciento, los expertos temen un “déjà vu”: la sensación irreal de que la pandemia ha terminado, un escenario propicio para los rebrotes

Con un promedio de 30.000 contagios diarios la última semana, el comportamiento de los británicos inquieta a las autoridades sanitarias frente a posibles nuevos rebrotes. La preponderancia de la variante Delta, original de la India, altamente contagiosa, preocupa frente al inicio de la temporada invernal, oportunidad para una reanudación veloz en la circulación del coronavirus.

A pesar que el país tiene una tasa de vacunación con esquema completo casi del 64 por ciento, el comportamiento de las personas puede actuar como un “déjà vu”, una sensación irreal que la pandemia ha terminado, un escenario al que temen los expertos. Las relajaciones en las medidas de control del Covid 19 han ido acompañadas de aumentos repentinos en los casos, explican los estudios internacionales.

Con la amenaza que la situación pueda complicarse, la compañía Network Rail ha dicho que sólo uno de cada cinco pasajeros de tren ha optado por seguir usando su máscara facial en Inglaterra ahora que ya no es obligatorio, en comparación con el 80 por ciento antes del ‘Día de la Libertad’ el 19 de julio.

La escasa portación de un gesto de barrera tan eficaz como el barbijo, ha provocado temores de los jefes sindicales sobre la seguridad de los trabajadores. Frente a esa inquietud, las redes ferroviarias han instado a los pasajeros a que sigan usándolas, mientras siguen siendo una condición de transporte en el metro de Londres y los autobuses de la capital inglesa.

El requisito legal de usar máscaras en el transporte público sigue vigente en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, gobiernos que tienen la autonomía para delimitar sus restricciones por la pandemia, mas allá de las disposiciones de los funcionarios del primer ministro, Boris Johnson.

Transport for London (TfL) ha mantenido el uso de máscaras como condición para viajar en autobuses y metros en la capital británica. De acuerdo al gobierno, “la guía es clara en cuanto a qué se espera y se recomienda para que las personas usen una máscara cuando entran en contacto con personas que normalmente no se encuentran en espacios cerrados y abarrotados”.

Para el secretario general del sindicato de trenes, Mike Lynch, y según publica The Telegraph, los trabajadores del sector habían notado la disminución desde que el gobierno cambió las reglas. Incluso, desde el sindicato, dudan que sea posible volver atrás con medidas nuevamente restrictivas, una vez suavizados los protocolos.Los trabajadores habían notado la disminución desde que el gobierno cambió las reglas. Incluso, desde el sindicato de trabajadores ferroviarios, dudan que sea posible volver atrás con medidas nuevamente restrictivas, una vez suavizados los protocolos.

“La política se está desmoronando y, a medida que más personas vean que otros no cumplen, la situación se intensificará rápidamente durante el otoño”, agregó Lynch.

Por su parte un vocero de Unite, que representa a los choferes de autobuses, “los conductores informan que el uso de máscaras en los autobuses se está derrumbando y ha empeorado mucho en las últimas semanas”.

“En algunos casos, hay muy pocos pasajeros con máscaras en un autobús, y los que tienden a usarla son mayores.

Preocupación en el parlamento

Después de que varios parlamentarios dieran positivos en pruebas de coronavirus, los sindicatos se sumaron al pedido para que regrese el uso de máscaras en las sedes legislativas.Aunque las máscaras son obligatorias para el personal parlamentario, son opcionales para los diputados, ya que no son empleados legislativos.

Los representantes sindicales están exigiendo que se apliquen los cobertores faciales en el parlamento después de que dos parlamentarios dieran positivo. En ese sentido, se precisó que el diputado conservador Peter Bone contrajo Covid-19 hace dos semanas, después de ser visto en el Commons sin cubrirse la cara.

Según revela SkyNews, su compañero conservador Damian Green también confirmó que estaba infectado poco después de que el parlamentario fuera convocado a mediados de agosto para un debate sobre Afganistán.

Mientras tanto, otros legisladores debieron quedar en aislamiento luego que las aplicaciones de rastreo indicaron que estuvieron en próximos a colegas que habían sido contagiados.

Aunque las máscaras son obligatorias para el personal parlamentario, son opcionales para los diputados, ya que no son empleados legislativos.

Representantes sindicales pidieron que las autoridades parlamentarias “actúen con urgencia para encontrar formas de hacer cumplir” el uso de máscaras para proteger al personal ya otros parlamentarios.

Al compartir un tweet por una discusión en línea sobre la preparación para una futura pandemia, el asesor científico principal del gobierno de Boris Johnson, Sir Patrick Vallance, sentenció: “Aún no hemos salido de esta pandemia, es importante asegurarnos de estar preparados para otra”.