La posición en la que se encuentra la vicepresidenta Margarita Cedeño la ha llevado a una situación complicada: elegir entre seguir a su esposo Leonel Fernández y las responsabilidades que asume dentro del gabinete gubernamental del presidente Danilo Medina.
Cedeño ha dejado claro que no renunciará a sus funciones como vicepresidenta de la República e hizo hincapié en “la confianza que he recibido del Presidente Danilo Medina para dirigir el Gabinete Social”. Ha precisado que esas posiciones “no están en discusión alguna”.
Esto deja en evidencia que la vicepresidenta se siente parte fundamental del Gobierno del mandatario, un hecho necesario ante la línea de Pizarro trazada por el presidente Danilo Medina, en su discurso del pasado lunes 21 de octubre al advertir que no aceptará que políticos que ganaron candidaturas en las primarias y que pretendan irse del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) triunfen en sus respectivos torneos electorales: “En el PLD estamos abiertos y generosos pero tontos no somos. El que crea que nos va a tomar el pelo, se equivocó. Si nos quieren tomar el pelo, no pierdan su tiempo porque no van a ganar”.
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Cedeño no se ha referido de manera pública a los resultados de las primarias del pasado 6 de octubre en las que su esposo Leonel Fernández fue derrotado por Gonzalo Castillo. Margarita Cedeño apoyó a su esposo en las primarias. Pero en el proceso posterior a las primarias se ha mantenido, como ha dicho, “en reflexión”.
En su comunicado, atribuyó el período de reflexión en que está a su “situación tan particular y única en la historia política nacional”. También argumentó que su actitud se debe a que el panorama general del país requiere que reflexione profundamente sobre su futuro político. “… lo hago guiada por la certeza de que por encima de cualquier interés personal, está el interés de la nación”, dijo.
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Sin embargo, la posición de su esposo hacia el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es diametralmente opuesta. Busca “sacar al PLD del poder”, por lo que sería ingenuo ver a Margarita Cedeño seguir los pasos de su esposo e irse del partido y pretender que mantenga el nivel de influencia que tiene en el Gabinete de Políticas Sociales, que dirige.
Lo primero, y más importante, es el activo político que Margarita Cedeño sabe que tiene. Una figura con un alto nivel de aceptación en la población dominicana, quien decidirá entre declinar sus intereses políticos y aventurarse junto a su marido en un proyecto político en el que ella no tiene por el momento ningún rol, para pasar a un período de España Boba en el Palacio Nacional o continuar su labor en el Gobierno.
Por otro lado, no se puede descontar el impacto político que contiene su decisión. Salir del PLD y quemar las naves con Palacio convertiría a Margarita en la protagonista de la renuncia de mayor nivel político después de la partida de su esposo y de una crisis de características nacionales, pues renunciaría a la vicepresidenta de la nación.
Al mismo tiempo, quedarse en el PLD tendría un impacto a nivel personal, en su relación con su esposo; a nivel moral, con una parte conservadora de la sociedad; y daría un golpe político contundente a Leonel Fernández.
De irse con Leonel Fernández y pretender seguir en la vicepresidencia, pasaría a ser una paria en el Palacio Nacional, un asiento sin funciones.
Así que la pregunta que se impone es: ¿con la Fuerza del Pueblo o con el Gobierno?
