lunes, mayo 6, 2024
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Los intereses políticos y racismo impidieron Peña fuera presidente 

Por: Euri Cabral

En la historia dominicana se han dado dos casos especiales de líderes políticos de gran importancia, trascendencia y condiciones, que debieron ser presidentes de la República, pero por diversas circunstancias propias de su época, no pudieron alcanzar el poder. El primer caso fue el de nuestro principal Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte. 

Duarte, quien tuvo la idea de la independencia, quien creó y dirigió la estructura política y militar que logró la separación de Haití y la creación de la República Dominicana, quien merecía ser el primer Presidente de la nación dominicana, no pudo serlo porque un ambicioso y desleal líder militar de esa época, llamado Pedro Santana, junto a Los Hateros, las fuerzas conservadores de ese momento, lograron vencer a Duarte y los Trinitarios, enviarlos al exilio y quedarse Santana con el poder por mucho tiempo. 

Así como Juan Pablo Duarte, ideólogo y creador de la nación dominicana, no pudo llegar a la presidencia a pesar de que era quien merecía dirigir el país cuando se creó como República, hay otro caso especial de un gran líder político que, aunque merecía ser presidente, no pudo llegar a serlo. Se trata del doctor José Francisco Peña Gómez, el más grande líder de masas de la historia política dominicana. 

Peña Gómez,un lider político excepcional 

La dimensión política de la figura del doctor Peña Gómez alcanza niveles muy destacados. Fue un líder que logró una amplia trascendencia, fue máxima figura de una época, presidió el PRD, uno de los principales partidos que ha tenido la nación, fue uno de los mejores oradores de la historia dominicana, fue un extraordinario movilizador de masas, un dirigente con proyección internacional y un referente obligado del funcionamiento de la democracia dominicana de los últimos 60 años. 

Peña Gómez nació en Mao, provincia Valverde, el 6 de marzo de 1937. Fue un hombre sumamente preparado academicamente. En 1970 se graduó de Doctor en Derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Luego obtuvo el Doctorado en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas en la Universidad Sorbona de París, Francia. 

El 24 de abril de 1965 fue la voz que llamó al pueblo dominicano a lanzarse a las calles para apoyar a los militares constitucionalistas, que enfrentaron con bravura de leyenda el golpe de estado contra el gobierno del profesor Juan Bosch. Ese llmado de Peña Gómez por el programa radial Tribuna Democrática, el sábado 24 de abril de 1965, fue lo que marcó el inició de la llamada Revolución de Abril. En sus inicios, Peña Gómez fue un discípulo aventajado del profesor Juan Bosch, pero en 1973, cuando Bosch abandonó el PRD y formó el Partido de la LiberaDominicana (PLD), Peña se convirtió en el líder de aquel partido. 

Peña Gómez fue uno de los grandes oradores del siglo XX.

Con la conducción y el liderazgo de Peña Gómez, el PRD ganó las elecciones presidenciales de 1978, con Antonio Guzmán y de 1982 con Salvador Jorge Blanco. En estas elecciones de 1982, se postuló para síndico de la ciudad de Santo Domingo y ganó. Dirigió la sindicatura de la capital dominicana en el período 1982-1986. 

Aunque lo merecía, Peña Gómez no pudo ser presidente 

A pesar de ese ampio historial, de haber sido pieza clave para el triunfo de dos presidentes de su partido, de haber dirigido la ciudad capital y de haber ocupado la presidencia latinoamericana de la Internacional Socialista, Peña Gómez no pudo alcanzar la presidencia de la República Dominicana, aunque en tres oportunidades lo intentó. 

La primera oportunidad fue en mayo de 1990. En ese momento, su partido, el PRD, estaba muy debilitado pues acababa de salir de una fuerte división, fruto de los enfrentamientos de él con el ex presidente Jacobo Majluta, ambos buscando la candidatura presidencial. En esas elecciones el doctor Peña Gómez quedó en un tercer lugar, con solo un 23% de la votación. 

La segunda oportunidad fue en mayo de 1994. En esta ocasión estaba enfrentando al doctor Joaquín Balaguer, quien se postulaba a la reelección. La mayor parte de los analistas afirman que el doctor Peña Gómez ganó esas elecciones, pero desde el gobierno le hicieron un fraude, el cual enfrentó con firmeza y produjo una grave crisis política en el país, que lo puso al borde de una guerra civil. 

Ante esa situación de virtual enfrentamiento entre amplios sectores civiles y militares de los dos bandos políticos, el doctor Peña Gómez se reunió con el presidente Balaguer y éste le dijo que se se había producido un empate entre ellos. Después de muchas negociaciones, el 10 de agosto de 1994, se firmó el llamado Pacto por la Democracia, el cual establecía, entre otros aspectos, la convocatoria de la Asamblea Nacional a fin de reformar la constitución para establecer una nueva fecha de elecciones presidenciales, permitir a Balaguer quedarse dos años más como presidente pero no poder ser candidato en las siguientes elecciones, separar las elecciones municipales y congresuales, prohibir la reelección en dos períodos consecutivos, y establecer que se ganaba con el 50% más uno de los votos, y que si un candidato no obtenía ese votación se realizaría una segunda vuelta entre los dos candidatos con mayor votación, entre otras medidas. 

El tercer intento fallido del doctor Peña Gómez para alcanzar la presidencia fue en mayo de 1996, justo dos años después del fraude que le hiciera el doctor Balaguer. Para esas elecciones Peña Gómez parecía un candidato invencible, pues se había convertido en víctima del engaño en las elecciones de 1994. Sin embargo, fruto de esa ironías de la historia y de algunas decisiones incorrectas tomadas por Peña Gómez, el doctor Balaguer decidió apoyar al joven candidato del partido de Juan Bosch, el doctor Leonel Fernández, y éste ganó las elecciones de 1996 en la segunda vuelta. 

Peña Gómez firma el Pacto por la Democracia en el 1994, salida a la crisis electoral generada en las elecciones presidenciales.

Muchos analistas afirman que Peña Gómez pudo haber ganado de manera abrumadora esas elecciones si hubiese cambiado su acompañante a la vicepresidencia, que era el licenciado Fernando Alvarez Bogaert, a quien Balaguer le tenía cuentas pendientes por actuaciones anteriores en contra del lider reformista. Balaguer, que no apoyó con entusiamo a Jacinto Peynado en las elecciones de 1996, le solicitó a Peña que cambiara a Alvarez Bogaert, pues este podría llegar a la presidencia si algo le pasaba a Peña Gómez. Pero el líder del PRD no obtemperó ese pedido, pues Alvarez Bogaert era un hermano de crianza, ya que la familia Bogaert le había dado mucho apoyo en niñez y adolescencia. Peña Gómez era un hombre muy agradecido. 

Peña perdóno a todos sus enemigos 

Peña Gómez fue duramente atacado por sus adversarios políticos en todo momento. En primer lugar por su temperamento agresivo, explosivo y contestatario, que muchas veces sembraba la duda de su capacidad para dirigir la nación dominicana. El otro elemento por el cual le atacaban era por su nacionalidad. Aunque hay pruebas muy contudentes de que Peña Gómez era dominicano, sus enemigos políticos nunca cesaron en una agresiva e irrespetuosa campaña contra él acusándolo de ser haitiano. 

Esa campaña antihaitiana contra Peña fue muy dura y permanente. Hasta el punto que en un momento del proceso electoral del 1994, cuando se perfilaba que era el candidato ganador de las elecciones, el poder ejecutivo como parte de esa campaña racista y antihiatiana contra él, decidió que todas las emisoras dominicanan tocaran el himno nacional a las 12 del mediodía. 

Esa campaña basada en mentiras y desinformaciones, perseguió a Peña Gómez durante toda su vida. Fue una campaña racista, xenófoga, antihaitiana y antihumana. El la soportó con firmeza y con dignidad, sin dar un paso atrás en su afán de ser presidente de la República Dominicana, país que era su patria verdadera y de la que se sentía grandemente orgulloso. 

Después de esa derrota del año 1996, a Peña Gómez se le empezó a desarrollar un cáncer páncreas que lo llevó a la muerte el 10 de mayo de 1998, a los 62 años de edad. Al momento de fallecer era nuevamente candidato a la Alcaldía del Distrito Nacional y como era el favorito para ganar, la campaña racista se incrementó. Su fallecimiento se produjo seis días antes de las elecciones. Quien tomó su cargo fue Johnny Ventura, y el pueblo de la capital votó abrumadoramente por el PRD y Johnny, como un justo y merecido homenaje a Peña Gómez. 

En uno de sus últimos mensajes de campaña, Peña Gómez envío un mensaje de perdón a todos sus enemigos. Ese mensaje, que muestra la enorme calidad humana de este hombre que merecía llegar a la Presidencia de la República Dominicana y por las iniquidades de la política y de sus adversarios no lo logró, decía lo siguiente: 

«Yo amo a mi pueblo, a mi país. A lo largo de toda mi vida he pagado un precio por eso. He recibido ataques feroces, a veces frontales, a veces con veneno más sutil, como ahora. Pero yo los perdono. Mis adversarios pueden contar conmigo, con mi perdón».

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