Por: Ysrael Abreu Rosario
El Anteproyecto de Ley Presupuestaria para el año 2024 presentado por el gobierno del presidente Luis Abinader ha generado preocupación en la comunidad económica y ciudadana. Con un presupuesto de un billón quinientos setenta y dos mil novecientos ochenta y seis millones dieciséis mil seiscientos noventa y tres pesos (Rd$1,572,986,016,693.00) y un déficit de trescientos cuarenta y cuatro billones novecientos ochenta mil novecientos ochenta millones doscientos doce mil ciento dieciocho pesos (RD$344,980,980,212,118.00), el escenario económico planteado es alarmante y plantea serios interrogantes sobre la responsabilidad fiscal y la eficiencia del gobierno actual.
Uno de los aspectos más inquietantes de este presupuesto es el desequilibrio entre los ingresos y los gastos. Con ingresos estimados en un billón doscientos quince mil ciento treinta y siete millones sesenta y nueve mil ciento diecisiete pesos (RD$1,215,137,069,117.00) y gastos corrientes de un billón doscientos noventa y un mil doscientos noventa Y cuatro millones ochocientos setenta y cinco mil cuatrocientos setenta y dos pesos (RD$1,291,294,875,472.00), el gobierno se verá obligado a recurrir a préstamos por sesenta y tres mil doscientos ochenta y nueve millones setenta mil ochocientos noventa y siete pesos (RD$63,289,070,897.00) para financiar gastos corrientes, que incluyen nómina, pensiones, suministros y servicios.
Estos gastos no generan ningún retorno económico y plantean un problema de sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Otro punto crítico es el costo de la deuda acumulada para el año 2024, que asciende a doscientos veintinueve mil doscientos cuarenta y siete millones novecientos seis mil quinientos sesenta y icho pesos (RD$229,247,906,568.00).
Esto representa el 18.67% de los ingresos corrientes consolidados del Estado dominicano. Es decir, una parte significativa de los ingresos se destinan al pago de intereses a acreedores, lo que limita la capacidad del Gobierno para invertir en áreas claves como educación, salud, alimentación y vivienda.
En términos de inversión pública, el presupuesto propuesto asigna solo el 13.51% de los ingresos corrientes consolidados a infraestructura y proyectos de capital. Esta cifra es una de las más bajas en la historia económica del país y plantea dudas sobre la capacidad del Gobierno para promover el crecimiento económico y el desarrollo a largo plazo.
Si se suman los déficits del 2023 y el 2024, la República Dominicana enfrenta la perspectiva de un Estado empobrecido en alrededor de un billón quinientos mil millones de pesos (RD$1,500,000,000,000.00).
Esto plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas y el bienestar de los ciudadanos.
El manejo irresponsable e ineficiente del sector eléctrico se ve reflejado en este ante proyecto de presupuesto presentado por el Gobierno de Luis Abinader para el año 2024, alcanzando la suma de ochenta y seis mil ochocientos cuarenta y cuatro millones ochocientos cuarenta y siete mil pesos (RD$ 86,844,847,000.00) representando un 7.07% del total de los ingresos corrientes consolidados, cuantas diferencias entre lo que prometió el actual gobierno de Luis Abinader, del PRM y lo que finalmente firmaron al llegar al gobierno.
El cambio no llegó al sector eléctrico, lo que lamentablemente se ha reflejado en el costo que estamos pagando los contribuyentes. El aumento de la tarifa eléctrica, y lo más catastrófico, la vuelta de los apagones en todo el país, ni planificando su fracaso en este sector lo hacen peor, eso es lo que se quiere reelegir.
En conclusión, el Anteproyecto de Ley Presupuestaria 2024 del gobierno de Luis Abinader y el PRM refleja una falta de responsabilidad fiscal y eficiencia en la gestión económica. La alta dependencia de préstamos, el elevado costo de la deuda y la escasa inversión pública son señales preocupantes para el futuro económico del país. Se requieren medidas urgentes y decisiones adecuadas para abordar estos desafíos y garantizar un mejor porvenir para todos los dominicanos.
EL autor es presidente de la Comisión de Políticas Públicas y director de la Comisión Económica del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
