Una nueva investigación periodística revela que altos cargos de la administración Trump expresaron su inquietud ante la retención de la ayuda militar a Ucrania hasta que el país del este de Europa anunciara investigaciones en contra de rivales políticos del presidente estadounidense.
El New York Times publicó el pasado domingo una descripción detallada de la consternación que habían mostrado los funcionarios que tenían que implementar las órdenes que finalmente llevaron a Trump a un juicio político este mes de diciembre.
El reportaje del Times muestra a una administración dividida entre los cargos que apoyaban la decisión de Trump de detener la ayuda y quienes cuestionaban la legalidad, moralidad y las posibles consecuencias de las intensiones del presidente.
La investigación asegura que el secretario de Defensa, Mark Esper; el de Estado, Mike Pompeo y el exasesor de seguridad nacional, John Bolton intentaron sin éxito convencer a Trump de emitir la ayuda durante una conversación que tuvieron en la oficina oval.
“Esto es por el interés del país”, diría Bolton mientras Esper trataba de hacer ver a Trump los beneficios que traería a Estados Unidos una Ucrania fuerte. Pero ninguno de los argumentos movieron un ápice la postura del presidente, que siguió ordenando la retención de la ayuda hasta que, en septiembre, cuando saltaron las alarmas de que un informante secreto había revelado el escándalo.
El Times también halló que Mick Mulvaney, jefe de gabinete y de la oficina de Administración y Presupuesto, coordinó a funcionarios para detener la ayuda. Esos mismos funcionarios se encargaron primero de negar los hechos y de culpar a otros de la administración cuando se intensificó el escrutinio en su contra.
