Los tres principales indicadores de la bolsa de Nueva York abrieron con pérdidas de más de 1 por ciento. Los mercados europeos también están en rojo en medio de temores por falta de energía y la caída del euro por debajo del dólar
Las acciones de Wall Street bajan este lunes en línea con los mercados mundiales, ya que los inversores están pendientes de la conferencia de la Reserva Federal de esta semana en busca de señales sobre posibles subidas de los tipos de interés en EEUU para enfriar la creciente inflación.
Los tres principales indicadores de la bolsa de Nueva York abrieron con pérdidas de más de 1 por ciento: el Dow Jones cae 1,1%, el selectivo S&P 500 1,3% y el tecnológico Nasdaq cede 1,5% en los primeros minutos de negociaciones.
En el plano internacional, Londres y Frankfurt cotizan con pérdidas. Tokio y Hong Kong bajaron. Shanghái, el único mercado importante que avanzó, ganó después de que el banco central de China bajara un tipo que afecta a los costes de las hipotecas. Los precios del petróleo cayeron más de 1,50 dólares por barril.
Los banqueros centrales de EEUU han estado insistiendo en un único mensaje: los tipos de interés subirán hasta que la inflación empiece a bajar. Pero los mercados financieros siguen esperando escuchar una melodía diferente, que indique que el ritmo de las subidas de tipos se ralentizará.
Todas las miradas estarán puestas en la reunión anual de los responsables de la política monetaria que se celebrará esta semana en Jackson Hole, Wyoming, para escuchar al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, explicar su postura -de nuevo-, y los observadores del mercado esperan obtener algo más de su agrado, después de que las actas de la reunión de julio del banco central estadounidense confirmaran los planes de subidas de tipos a pesar de las señales de debilidad de la actividad económica.
Los operadores temen que las medidas agresivas para contener la inflación, que está en máximos de varias décadas, puedan hacer descarrilar el crecimiento económico mundial.
“La Fed sigue sintiendo la inflación. Sus acciones ni siquiera han empezado a mellar las presiones inflacionistas”, dijo Clifford Bennett de ACY Securities en un informe. “Tampoco han empezado a enervar la actividad económica en absoluto. La desaceleración económica ya estaba en juego por otras razones”.
El viernes, el S&P 500 perdió un 1,3%. Terminó con una caída del 1,2% en la semana. El índice ha bajado un 11,3% este año. Por su parte, el Dow Jones bajó un 0,9% y el Nasdaq perdió un 2%.
En Asia, el índice compuesto de Shanghai subió este lunes un 0,6%, hasta los 3.275,93, después de que el Banco Popular de China rebajara el tipo de interés preferente de los préstamos, un objetivo de los tipos de interés del mercado, para un préstamo a cinco años, con el fin de apuntalar las débiles ventas de viviendas.
El Nikkei 225 de Tokio se hundió un 0,5%, hasta los 28.794,50 puntos. El Hang Seng de Hong Kong perdió un 0,6%, hasta 19.656,98. El Kospi de Corea del Sur cedió un 1,2% a 2.462,50 y el S&P ASX-200 de Sydney cayó un 1% a 7.046,90. Nueva Zelanda, Singapur y Bangkok avanzaron, mientras que Yakarta descendió.
En tanto, el banco central chino recortó su objetivo para un préstamo a cinco años en 0,15 puntos porcentuales, hasta el 4,3%. El tipo para un préstamo a un año, que afecta a otros sectores, se redujo sólo 0,05 puntos porcentuales, hasta el 3,65%.
El Partido Comunista en el poder trata de reactivar el crecimiento económico después de que las medidas de represión del endeudamiento provocaran un desplome de las ventas inmobiliarias y de que Shanghai y otras ciudades industriales cerraran durante semanas a partir de finales de marzo para luchar contra los brotes de virus.
La medida “refleja la gravedad” del desplome inmobiliario y muestra que Pekín está “dispuesto a tomar medidas más contundentes”, dijo David Chao, de Invesco, en un informe.
El régimen chino intentan reactivar el crecimiento económico sin recurrir a estímulos generalizados que podrían hacer subir la inflación o los costes de la vivienda, políticamente sensibles.
En los mercados energéticos, el crudo estadounidense de referencia perdió 1,52 dólares, hasta 88,92 dólares por barril, en las operaciones electrónicas de la Bolsa Mercantil de Nueva York. El crudo Brent, la base de precios para el comercio internacional, cedió 1,55 dólares a 95,17 dólares por barril en Londres.
El dólar subió a 137,13 yenes, frente a los 136,91 yenes del viernes. El euro bajó a 1,0016 dólares desde los 1,0034 dólares.
