Una carne asada en familia parecía una gran idea después de semanas sin verse debido a la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el brote no se había ido de Texas sino que, al contrario, había empezado a causar mayores estragos y la celebración se convirtió en un foco de contagios que llevó a la muerte a una de las asistentes.
Tony Green y su pareja fueron quienes convocaron la reunión, según informó Univision 45. Aunque al principio nadie se enfermó, 13 días después 14 asistentes, y el propio Green entre ellos, cayeron enfermos.
“Ninguno de los asistentes se sintió enfermo de inmediato, sin embargo, después de someterse a los exámenes de detección de coronavirus, los 14 resultaron positivos”, según el canal de televisión KDFW en Dallas-Fort Worth.
El inventario del evento resultó ser devastador. El citado canal dijo que Green estuvo tres días hospitalizado después de que el virus atacara su sistema nervioso, su suegro continúa ingresado en un centro médico y una mujer de 68 años falleció.
El organizador de la barbacoa reconoció que no había usado la mascarilla durante la reunión y dijo arrepentirse de no haberlo hecho. Es importante extremar las precauciones en cualquier ambiente fuera del núcleo de convivencia. Cubrirse la cara y mantenerse a seis pies de distancia de otras personas es crucial para evitar la propagación de la pandemia.
En varias zonas del país y de todo el mundo, buena parte de los contagios se están dando en fiestas privadas donde resulta más difícil que las autoridades vigilen el cumplimiento de las normas de seguridad y donde los asistentes tienden a relajarse y pasar por alto la distancia social y el uso de cubrebocas.
