lunes, abril 29, 2024
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«La Galleta de Santa»

Por Marcos Sánchez markrumors@gmail.com

La Romana, R.D.- Presa de las redes sociales, un sinnúmero de personas está 24 horas y 7 días a la semana conectadas a la internet dentro de una red social publicando fotos, vídeos y comentando sobre temas múltiples.

Como la gran mayoría se presta para dar su parecer en tema que sea o no conocedor, la autoinvitación a opinar se contempla si lo que se debate es «tendencia», está «caliente» o «viral».

Lo cierto es que desde el primer día de este mes y hasta el 14 del mismo, desde San Rafael del Yuma hasta Pedernales, toda persona poseedora de un celular en este psís, no hablaba de ninguna otra cosa que no fuera del caso de agresión física a una mujer en Baní por un incidente vial.

Como si se tratase de la espectacular introducción del primer acto de una película de suspenso con ribetes de drama y acción, todo comenzó con la futura víctima desplazándose en una montoneta (el término «passola» se acuñó después que la Yamaha lanzó un modelo con ese nombre en 1978 y al país llegó en 1983) rumbo a su hogar en el que ésta entendía era su carril de preferencia en una calle que sólo unos cuentos sabían si era o no de doble vía.

De repente, la inminente víctima se ve al frente de un vehículo que se disponía a realizar un giro a su izquierda (derecha frontal para la víctima) y choca prácticamente frenada en el borde derecho del vehículo.

La trama cobra un giro interesante cuando el conductor del vehículo se desmonta en una aparente actitud de evaluar los daños, pero su intención primaria fue propinarle una bofetada a la joven de la motoneta y llevarla al suelo la primera de seis veces.

Un tercer personaje, del cual nunca se habló eventualmente, intentó sin éxito mediar ante la situación y de paso llegó incluso a forcejear a quien se pensó quiso ayudar. Una ironía total para agregarle más intensidad al acto.

Tras otros cuatro empujones terminando todos violentamente en el pavimento, otro más completó el menú y ésta vez la víctima llegó nuevamente al suelo, pero ésta vez inconsciente.

El país había visto originalmente apenas los últimos 31 segundos del hecho y no fue hasta días después que se filtraron otros dos vídeos más con perspectivas distintas del hecho y ahora desde antes del famoso choque.

Lo que pasó después fue el segundo acto del film en donde el agresor, debidamente identificado, procedió inexplicablemente a convertirse en fugitivo de las autoridades por dos intensas y largas semanas.

Figuras mediáticas de relieve nacional prestaron sus espacios y disposición personal como garantes del fugitivo como garantía de preservar su integridad física. Hablaron parientes y hasta su progenitora, pero éste nunca se entregó muy a pesar de «haber dejado saber que lo haría», según su representante legal.

Por fin la presión social y mediática surtieron efecto y el desaparecido fue capturado en el interior de una vivienda propiedad de una sobrina de éste.

Las redes sociales ardían pidiendo justicia ante el salvaje hecho que indignó medio país (se especuló que mientras pasaba esto, acontecía el desacertado aumento de los hidrocarburos y el fideicomiso de Punta Catalina), pero los espectadores querían un final ejemplar para el que se ganó los apodos de «El Abusador de Baní», «El Guapo de Baní» y «El Agresor de Baní».

La música de suspenso se incrementaba a ritmo desesperante y la gente se comía las uñas expectantes de una debatida solicitud de 12 meses como medida cautelar pedida por el Misterio Público en detrimento del agresor, pero un tecnicismo postergó que se conociera la medida.

Comerciales: En República Dominicana jugar dominó, preparar un junte que incluya sancocho y cerveza o comerse un chivito con potes de romo o whisky o quizás un buen moro de gandules o habichuelas rojas (no olvidar aguacate) con carne de res, pollo o cerdo, es una práctica similar a una ceremonia importante.

Anexo al ritual hay que incluirle merengues clásicos, salsa con tecnicolor, viejas y sensuales más uno que otro tema urbano.

Cito lo todo esto porque los fines de semana largos abundan aquí más que bancas de lotería y aunque no hay dinero y la situación está floja (que es igual a dura), el dominicano jamás deja de gozar.

¿Y qué tiene que ver eso con el caso en cuestión?, se pregunta usted. Bueno, que el siguiente lunes no se conocería la famosa medida coercitiva en contra de «El Agresor de Baní» y eso le daba respiro y chance al país antes de volver a la trama de este film con el desenlace y sorpresivo tercer acto.

Por fin llegó el día y el hombre más buscado de República Dominicana repitió varias veces estar arrepentido y admitir su error junto a pedidos múltiples públicamente de perdón. Mientras tanto, la víctima ganaba simpatías en todos rincones y también sacó su momento para arreciar su firme postura de no vacilar en ver que se hiciera justicia, negando de paso, la aceptación de las disculpas y el pedido de perdón.

Se reanudó el interés tras un breve enfriamiento mediático y después de una segunda postergación de conocimiento de la famosa medida solicitada por el Ministerio Público, se fija nueva fecha para el conocimiento de la misma con todo y jueza recusada y ratificada, pero pasó algo inesperado…

La víctima sorprendió al país dándole un giro inusual al caso al hacerse público el hecho de que «voluntariamente» firmó un documento donde desistía de presentar formal querella contra su agresor.

La espectacular acción ocurre a 48 horas antes de que la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Baní, fijara para el viernes 29 de enero, 2022, el incidentado conocimiento de solicitud de medida de coerción del Ministerio Público contra el imputado.

La sociedad reaccionó indignada ahora en contra de la víctima y las opiniones mayormente en contra, críticas y múltiples impublicables, contrastaban con las cargadas de burla al especular con los supuestos RD$2 millones de pesos que habría recibido y «el derecho» de la víctima de «coger esos chelitos».

Lo cierto es que muy a pesar del desistimiento firmado por la víctima, el delito cometido es de orden público, lo que significa que si el Ministerio de la Mujer desea enviar un mensaje contundente a los potenciales abusadores, su rol ahora debe enfocarse en presionar al Ministerio Público de Baní (con el fiscal Ángel Dario Tejada a la cabeza), en darle continuidad al caso.

Mientras todo esto pasa, tanto la sociedad dominicana, en especial las mujeres, fueron quienes irónicamente y sin esperarlo, recibieron una chocante Galleta de Santa.

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