SANTO DOMINGO.- Sin que al momento su nombre aparezca comprometido penalmente en ninguno de los expedientes que se instrumentan por presuntos actos de corrupción en su administración de ocho años, el cerco judicial parece cerrarse cada vez más en torno a la figura del expresidente Danilo Medina, con dos hermanos presos y su edecán militar y su hombre de confianza dentro de las Fuerzas Armadas, también detenido y probable enviado a prisión como medida de coerción.
Más que el propio zarandeo a algunos de sus familiares más cercanos, así como a leales colaboradores, el expresidente Medina no parece estar exento a una investigación judicial, a juzgar por los primeros pasos que ya ha iniciado el Ministerio Público, pidiendo información pormenorizada a la Presidencia de la República sobre las “visitas sorpresa” que realizó el ex mandatario durante los ocho años de Gobierno, y sobre cuyo programa desde el Palacio Nacional se arrojan dudas sobre su benevolencia y eficacia.
También, quizás por eso, el Comité Político (CP) del Partido de la Liberación Dominicana adelanta una defensa bajo el argumento de “persecución y show mediático” por parte de este Gobierno, con propósito doble, según la organización morada, de debilitar la pasada administración de Medina, e igualmente, para presuntamente desviar la atención de la gente ante lo que el PLD llama fracaso de las actuales autoridades en dar soluciones los problemas más acuciantes del país.
A finales del año pasado dos hermanos del exjefe de Estado, Alexis y Magalys Medina, iban a prisión bajo la acusación de estafa contra el Estado, acontecimiento que “minó” el entorno íntimo y familiar del hasta hace poco designado presidente del partido que dirigió 16 años consecutivos las riendas de la nación dominicana.
Apenas meses después la ex familia presidencial volvía a ser sacudida con otro escándalo judicial, luego de que la Procuraduría General de la República diera a conocer que investigaba a dos cuñados de Danilo, Maxy y Alexander, hermanos Candy Montilla de Medina, la esposa del exgobernante.
Lo más reciente sucedido ha sido la detención del general Adams Cáceres Silvestre, jefe de la seguridad de Danilo Medina, a quien el Ministerio Público imputa los delitos de asociación de malhechores, estafa contra el Estado, coalición de funcionarios, falsificación de documentos públicos, lavado de activos provenientes de actos de corrupción y porte y tenencia ilegal de armas de fuego.
Junto a Cáceres también son acusados otros oficiales militares, así como la pastora Rossy Guzmán Sánchez, a quien la Procuraduría general de la República señala como testaferro de quien se dice era el “hombre fuerte” del entorno militar del pasado gobierno.
Los demás involucrados son, Tanner Antonio Flete Guzmán, Rafael Núñez de Aza y Raúl Alejandro Girón Jiménez. Contra el grupo de los cincos se conocerá este miércoles medida de coerción.
