Por: Wilson collado
El sistema de partidos políticos está siendo atacado de una manera abrupta y despiadada, como para que no pueda recuperarse o tal vez con la intención de que agonice, lo cierto es que entre el transfuguismo, la corrupción, los narcos financiando y siendo candidatos y la llamada “Sociedad Civil” ganando más espacio, sin lugar a dudas están poniendo en jaque el sistema.
Las dictaduras en América latina se han construido mediante la crisis de los partidos políticos, nosotros no somos la excepción si dejamos que forasteros continúen incidiendo en las confrontaciones partidarias y ganando espacio en un país que un sector ha querido vender que ser político es sinónimo de judas, que no puedes poner tu confianza en el ya que te venderá por unas cuantas monedas.
La democracia no puede ser construida sin los partidos políticos, pero la autodestrucción se produce sin que esto los inmute, hoy día tenemos a uno de los principales partidos enfrascado en una propaganda persecutoria de corrupción administrativa nunca vista en la historia de la República, según dice, superando por mucho a Buenaventura Báez y al otro, mostrando que la era de Pablo Escobar fue poco para lo que aconteció en las elecciones pasadas con el caso falcón y que la DEA desarticuló.
Tenemos un ministerio público que lo han llamado independiente, pero lo cierto es que solo persigue a los políticos, a los sin apellidos sonoros, a aquellos que no han tenido la suerte de pertenecer a la oligarquía del país, y han iniciado un proceso de persecución y judicialización, que si bien lo merecen, abría que preguntarse ¿Cuántos empresarios hay detenidos? ¿Cuántos apellidos de las elites están en algún proceso de corrupción?.
Pareciera que solo aquellos que no han nacido en cuna de oro es que el ministerio público persigue. Esos tienen licencia para hacer y decidir en esta media isla sumergida en la ignorancia y seducida por la manipulación de grupos que se creen que les pertenecemos.
Si las cúpulas partidarias no despiertan e inician un proceso de transformación en los partidos políticos, el aceleramiento a una nueva dictadura no estará lejos.
Hay que volver a la formación, a la militancia con compromiso social, no a los inventos populistas ni a los financiamientos oscuros de campañas, ya que el pueblo está observando y desahuciado de tanto ruido podría recurrir en algún momento a una fórmula que echará por la borda lo que hemos construido en base a sangre y sacrificio.
