Por Wilson Collado
Al ser yo de un campo de moca, mi abuela me enseño que los 12 primeros días del año determinaban los meses que serian de lluvia y sequia, se que este no era un método científico, pero juro que rara vez fallaban estas predicciones que le permitían desarrollar sus siembras a futuro.
Regularmente cuando un gobierno nuevo se instaura en un país, sus primeros meses determinan las expectativas que la gente se había creado al elegirlo en las urnas. Si nos vamos a una retrospectiva podemos ver que cada gobierno desde el año 1996 a la fecha en sus primeros días mantenía la esperanza viva de la población.
Al día de hoy la situación es un tanto diferente, ya que el PRM ha recibido un país en medio de una recesión económica que ha afectado todos los estamentos de la vida social nacional producto de la pandemia del Coronavirus, que ha obligado a la población mantenerse encerrados, disminuyendo sus ingresos, muchos perdiendo sus empleos y otros hasta teniendo que cerrar sus empresas.
Cuando se recibe un país en medio de esta situación enrumbarlo por buen camino es algo difícil y más aun cuando no se tiene la experiencia de estado suficiente para poder manejar con éxito la crisis.
Es por eso que se ha producido inconformidad generalizada en la población al ver frustradas sus expectativas en un gobierno que se denominaba el Cambio, ya que las señales no son muy buenas, muchas personas de una misma familia nombradas, mientras los de las bases de ese mismo partido esperan un nombramiento, el endeudamiento continua sin restricciones, los gastos del gobierno sin control y la amenaza de colocar nuevos impuestos son de las principales razones con la que el gobierno de Luis Abinader ha tenido que lidiar a menos de dos meses de estar dirigiendo el país.
Recordamos que pretender introducir medidas impositivas en momentos de crisis han generado estallidos sociales no solo en el país, sino en el mundo, por tal razón en menos de cien días, que regularmente se da de tregua a los nuevos presidentes, se han producido manifestaciones, no solo por la amenaza de los impuestos, sino también por la entrega del 30% de los fondos de las AFP, a lo que los legisladores del Partido de Gobierno se han hecho de la vista gorda a este reclamo que podría estallar en cualquier momento, producto de la crisis la utilización de estos fondos dinamizaría la economía como paso en chile.
La crisis nos afecta a todos y si Luis Abinader desea superarla sin que se produzca estallido social, que haga mas difícil la recuperación, debe hacerlo mediante el consenso nacional para buscar legitimidad y no mediante el factor sorpresa, eso es peligroso, es bueno recordar el año 1984.
Es por ello que entiendo que se debe convocar a una mesa de trabajo a los últimos ex presidentes para mediante el consenso y la experiencia de Leonel, Danilo e Hipólito se puedan trazar las directrices a futuro con éxito, solo así podemos renacer y continuar con el crecimiento económico que por años hemos podido mantener.
Con la colaboración de estos líderes con experiencia de estado es que podremos salir de la situación económica y de salud que nos encontramos, el país está por encima de un partido y de un hombre, es tiempo de que el liderazgo nacional unidos lleven la esperanza a su pueblo libre de politiquería y bajo la decisión de superar la crisis juntos.
