Como si fuera una película del oeste, estamos siendo asaltados constantemente y en nuestras narices; pero lo más extraño es que nos asaltan sin pistolas y a veces ni cuenta nos damos. Esto puede suceder a cada momento en una estación de combustibles, lo grande es que nos estamos acostumbrando a cogerlo chilling.
Por ejemplo las estaciones de gasolina son una especie de terror, obviamente por las constantes alzas dispuestas por el Ministerio de Industria y Comercio, donde cada fin de semana es una zozobra. El genio de esta acción deleznable y quien se invento una formula para disminuir los altos precios, se ha convertido en el hazme reír de todas las redes sociales.
Todo se ejecuta de una forma magistral, con una nueva formula ¡¡ Si sube, sube y si baja, sube ¡¡ así tan sencillamente se produce la farsa, pero mi queja no es por la forma como se ejecuta la logística, sino por lo robótico o pendejo que nos estamos convirtiendo, ya que una gran parte no muestra ningún tipo de interés por mejorar la situacion.
Sabemos que eso es así y sin embargo dejamos que suceda. No sé cuál es la razón, o será que nos estamos haciendo cómplices de lo deshonesto? O acaso nos importa un comino que nos engañen en la cara? En conclusión qué carajo son 50 o 100 pesos menos de nuestro presupuesto.
Se imaginan ustedes cuantos nos quitan al año?
Como dice la canción, “espabílate candita”
