Por: Víctor Hugo Senise
Nueva modalidad de juego en la política es la lucha por el segundo lugar en las elecciones venideras por los dos partidos políticos que en todas las encuestas aparecen en segundo y tercer lugar en la preferencia del electorado.
A raíz de las publicaciones de varias empresas dedicadas a las encuestas políticas las dos organizaciones políticas que aparecen en los resultados de esas encuestas en segundo o tercer lugar han convertido estos datos en sus respectivos compromisos de lucha de manera que se enfrentan a la conquista de la posición de liderazgo del segundo lugar.
Sin lugar a dudas que la realidad política de la República Dominicana es la preferencia del electorado en favor de Luis Abinader, algo tan visiblemente aceptado por los dos partidos políticos más cercanos en las encuestas y que actualmente dedican todo su esfuerzo al diálogo en favor de una alianza en la que ningunos ponen en juego la posibilidad de quedar en tercera posición.
Es notable que a pesar de los trámites para negociar esa posibilidad de alianza entre los unos y los otros ninguno cede porque el objetivo común entre ambos es la asignación económica que ofrece la Junta Central Electoral para los partidos políticos a
Ambos partidos políticos son capaces de autentificar sus objetivos políticos y financieros que llegarán hasta el final del proceso electoral para llegar a un acuerdo que les representen permanencias en el escenario político nacional e internacional.
Tanto Leonel Fernández como Danilo Medina en la actualidad poseen una gran preocupación por el hecho de que no cuentan con el dinero suficiente para mantener una campaña electoral en favor del crecimiento del favorecimiento del voto.
Leonel Fernández está quebrado económicamente gracias a sus desaciertos en la dirección de crecimiento de su organización, la cual acusa directamente a al estancamiento del desarrollo por su injusta decisión de obligar a que su figura sea la única opción de poder, cuando se nota claramente que es un político en decadencia.
Mientras Danilo Medina enfrenta una cantidad de dirigentes que están sometidos a la justicia Dominicana y que han aceptado las acusaciones de dolo al estado y están regresando el dinero robado en diferentes instituciones, lo que demuestra que no cuenta con los recursos que estos corruptos habían robado para ser utilizados en la presente campaña electoral.
