La Guardia Costera desembarcó en Puerto Rico un cargamento de aproximadamente 3,747 libras de cocaína ocupado cerca de las Islas Vírgenes Británicas.
En conjunto con otras agencias, lograron interceptar la embarcación para incautar el cargamento, con un valor estimado para organizaciones criminales de $51 millones.
La confiscación surgió de la intervención de una lancha de alta velocidad en el intento de contrabando, informó la Guardia Costera en un comunicado de prensa.
La agencia indicó que durante un patrullaje de rutina en la noche del 27 de agosto, el escampavías de la Guardia Costera “Richard Etheridge” respondió al avistamiento de una lancha sospechosa en aguas al noroeste de las Islas Vírgenes Británicas.
Desde la estación en San Juan, Puerto Rico, ordenaron el despacho del avión MH-60T en la base aérea Borinquen en Aguadilla para escortar al escampavías hasta la posición de la lancha. Además, la Guardia Costera y las autoridades en las Islas Vírgenes Británicas mantuvieron comunicación para interceptarla.
A medida que se acercaban, los contrabandistas procedieron a echar el cargamento y escaparon del área a alta de velocidad. Posteriormente, un helicóptero de la Guardia Costera procedió a asistir al escampavías a ocupar el cargamento. En total, los oficiales recuperaron 57 fardos o sacos que resultaron tener cocaína en el interior.
“Pese a las condiciones difíciles del mar y gracias a la colaboración y coordinación con los compañeros de la Policía Real de las Islas Vírgenes, nuestra tripulación hicieron un gran trabajo en interrumpir un cargamento mayor de cocaína y evitar que llegara a nuestras calles”, indicó el capitán Gregory H. Magee, comandante del Sector San Juan de la Guardia Costera.
Por su parte, el director de Inteligencia para la Policía Real de Islas Vírgenes, Mike Jones, manifestó que “continuaremos trabajando de cerca para evitar y detectar el movimiento de narcóticos, dinero ilegal y traficantes”.
