Por: Víctor Hugo Senise
New York.- Este domingo 29 de octubre fue celebrada la convención del Partido Reformista Social Cristiano(PRSC) en la cual fue proclamado para la candidatura presidencial al actual presidente de la República Dominicana Luis Abinader.
Desde hace unos meses la dirección de esa organización política realizaban grandes gestiones con la finalidad obtener un acuerdo con miras a las elecciones venideras ya que está en juego la desaparición del escenario político de una organización política que languidece gracias a los desaciertos que comete repetidamente su dirección.
En el anterior proceso electoral varios antiguos dirigentes del PRSC trataron de demostrar que la mayoría de los reformistas veían con buenos ojos la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y que Luis Abinader era el único que garantizaba el crecimiento de la decadente organización política.
Sin lugar a dudas que el hecho de que la dirección de los reformistas hiciera caso omiso a la decisión de la mayoría de sus dirigentes al proyecto Abinader, en cambio desviaron el único camino que garantizaba la sobre vivencia y apoyaron a Leonel Fernández, un candidato en el ocaso de su carrera política y que anteriormente los había engañado.
El apoyo de la dirección del PRSC al viejo y eterno candidato, el cual goza del desprecio de los reformistas por ser este el artífice del debilitamiento en que se encuentra el viejo partido que en el pasado era considerado la gran maquinaria electoral y que gracias a las gestiones de Leonel Fernández se dividió en varias ocasiones.
Los que abandonaron el PRSC y pasaron al proyecto Abinader en el 2020 son hoy por hoy los grandes triunfadores al demostrar que en política existe la posibilidad de mantener una posición en la cual el crecimiento de una organización tomando siempre en cuenta el sentir de la mayoría.
La decisión de la asamblea reformista en este día es la única vía para que no desaparezca del escenario político la antigua organización del desaparecido gran político Dominicano Joaquín Balaguer, quien también se equivocó en el año 1996 al traicionar los principios de la organización política que muy en serio tomaban los Balagueristas que dicta, ”Ni Injusticias,ni privilegios”.
